En mi tercer día de trabajo en la ciudad de Singapur, me levante tarde y perdí el bus de la empresa que todos los días pasaba a las 07:33 en punto a 2 cuadras de la casa del personal. Un poco nervioso por que estaba más desubicado que naufrago en buffet, llame a la coordinadora de logística de la compañía para decirle que había perdido el bus y me indicara la mejor alternativa para llegar a mi lugar de trabajo. Ella muy amablemente me dijo que no me haga problema y llame un radio taxi al número del sticker situado a un lado del teléfono de la casa.
Disqué el numero tomando un respiro profundo, ya que estaba estrenando mis conversaciones en Ingles, y como nadar solo se aprende en el agua, me largué a usar “my brand new lenguaje, in the real world”. Mi sorpresa fue grande cuando al otro lado de la línea una grabación me saluda muy atentamente en Ingles pero con acento chino:… “Gracias por llamar a Confort Services, si desea que le enviemos un taxi a la dirección del número que usted a discado, presione 1”… presioné el 1… “Un taxi le será enviado a … Harvey Avenue number 32A… el taxi con placa 3883-LTL llegara en 5 minutos con 43 segundos… para confirmar presione nuevamente el 1” … presioné nuevamente el 1… “ su solicitud a sido confirmada… gracias por confiar en nosotros”. Y no hablé nada!
Aun escéptico de que lo escuchado fuera cierto, prendí el cronometro de mi reloj y medí el tiempo… pero la grabación se equivoco… no tardo 5 minutos con 43 segundos, sinó 5 minutos con 32, claro que la placa era la misma.
Pero esa no es la experiencia más “siglo veintunera” en lo que a transporte se refiere, porque existe un sistema mucho más eficaz y útil: el MRT.
Después de adquirir en 15$ mi tarjetita del MRT (Mass Rapid Transit), útil para 8 o 9 carreras, en la estación de Simei de Singapur, me encaminaba a experimentar por primera vez viajar en el metro de esta ciudad. Como tenía el bus de la empresa que me llevaba y me traía a una hora determinada en un mismo punto todos los días o en su defecto el uso del taxi que era reembolsado, no sentí en primera instancia la necesidad de otro transporte, hasta que esa tarde de sábado me decidí estando solo a usar el famoso MRT de Singapur, y que sea lo que Dios quiera.
La estación de Simei quedaba a dos cuadras de la casa del personal. Es una de las 103 estaciones distribuidas en la ciudad. Esta contaba con escaleras mecánicas para subir 2 niveles, y ascensores para discapacitados. En la parte superior de la puerta principal un itinerario electrónico de los horarios de salida y llegada de los trenes. Entre tren y tren hay una demora de 3 o 4 minutos. Las grabaciones informativas constantes en 4 idiomas con cortinas musicales le daban un ambiente relajante mientras se esperaba el siguiente tren. Otra puerta indicaba el acceso al monumental Shopping asociado a la estación, donde se encuentra de todo, ropa, electrónicos, utensilios de cocina, perfumes, farmacia, casa de cambio, restaurantes e incluso un supermercado a todo dar en el sótano.
Justo antes de la plataforma de embarque, me topo con un cuenta personas bloqueándome el paso. Es donde saco mi tarjetita recién adquirida y la paso por encima de un sensor con el icono de la tarjeta luminiscente. En el display electrónico aparece “15.00$ active account -- IN”, y por arte de magia electrónica gira el brazo que me detenía dándome acceso a la plataforma… de ahí en adelante… libertad pura!
Una vez después de leer el completo sistema de información de rutas, diseñado hasta para el mas “opa”, en la plataforma uno puede tomar el tren en cualquier dirección, parar de estación en estación, tomar otros trenes, volver, seguir, darse una vuelta entera la ciudad, y solo al momento de salir de la estación destino otro cuenta personas deduce el crédito de la tarjetita del MRT. Cuanto? 1.7$ ... MARAVILLOSO!
Cada día se mueven mas de 500.000 personas en el MRT, pero no significa que impliquen aglomeraciones, o la desesperación y estrés usual de las ciudades grandes.
Después de esto sentí ganas degustar algo dulce, entonces conseguí un pequeño paquete de chocolates australianos en uno de los puestos “7eleven” de la estación. Ya en la calle saco la envoltura brillante del chocolate, la hago bolita, y la tiro a la calle. Detrás mio un joven de unos 20 años se agacha, recoge mi basurita, y se la mete al bolsillo; luego sin decir nada se aleja, y me imagino que en busca de un basurero. QUE VERGÜENZA LA MIA! Con esa lección de urbanismo, no me quedo ganas nunca más de volver a botar nada en el suelo.
Esto también me puso a pensar que la decadencia o el progreso de los pueblos no esta en su gobierno… si no en sus habitantes.
Disqué el numero tomando un respiro profundo, ya que estaba estrenando mis conversaciones en Ingles, y como nadar solo se aprende en el agua, me largué a usar “my brand new lenguaje, in the real world”. Mi sorpresa fue grande cuando al otro lado de la línea una grabación me saluda muy atentamente en Ingles pero con acento chino:… “Gracias por llamar a Confort Services, si desea que le enviemos un taxi a la dirección del número que usted a discado, presione 1”… presioné el 1… “Un taxi le será enviado a … Harvey Avenue number 32A… el taxi con placa 3883-LTL llegara en 5 minutos con 43 segundos… para confirmar presione nuevamente el 1” … presioné nuevamente el 1… “ su solicitud a sido confirmada… gracias por confiar en nosotros”. Y no hablé nada!
Aun escéptico de que lo escuchado fuera cierto, prendí el cronometro de mi reloj y medí el tiempo… pero la grabación se equivoco… no tardo 5 minutos con 43 segundos, sinó 5 minutos con 32, claro que la placa era la misma.
Pero esa no es la experiencia más “siglo veintunera” en lo que a transporte se refiere, porque existe un sistema mucho más eficaz y útil: el MRT.
Después de adquirir en 15$ mi tarjetita del MRT (Mass Rapid Transit), útil para 8 o 9 carreras, en la estación de Simei de Singapur, me encaminaba a experimentar por primera vez viajar en el metro de esta ciudad. Como tenía el bus de la empresa que me llevaba y me traía a una hora determinada en un mismo punto todos los días o en su defecto el uso del taxi que era reembolsado, no sentí en primera instancia la necesidad de otro transporte, hasta que esa tarde de sábado me decidí estando solo a usar el famoso MRT de Singapur, y que sea lo que Dios quiera.
La estación de Simei quedaba a dos cuadras de la casa del personal. Es una de las 103 estaciones distribuidas en la ciudad. Esta contaba con escaleras mecánicas para subir 2 niveles, y ascensores para discapacitados. En la parte superior de la puerta principal un itinerario electrónico de los horarios de salida y llegada de los trenes. Entre tren y tren hay una demora de 3 o 4 minutos. Las grabaciones informativas constantes en 4 idiomas con cortinas musicales le daban un ambiente relajante mientras se esperaba el siguiente tren. Otra puerta indicaba el acceso al monumental Shopping asociado a la estación, donde se encuentra de todo, ropa, electrónicos, utensilios de cocina, perfumes, farmacia, casa de cambio, restaurantes e incluso un supermercado a todo dar en el sótano.
Justo antes de la plataforma de embarque, me topo con un cuenta personas bloqueándome el paso. Es donde saco mi tarjetita recién adquirida y la paso por encima de un sensor con el icono de la tarjeta luminiscente. En el display electrónico aparece “15.00$ active account -- IN”, y por arte de magia electrónica gira el brazo que me detenía dándome acceso a la plataforma… de ahí en adelante… libertad pura!
Una vez después de leer el completo sistema de información de rutas, diseñado hasta para el mas “opa”, en la plataforma uno puede tomar el tren en cualquier dirección, parar de estación en estación, tomar otros trenes, volver, seguir, darse una vuelta entera la ciudad, y solo al momento de salir de la estación destino otro cuenta personas deduce el crédito de la tarjetita del MRT. Cuanto? 1.7$ ... MARAVILLOSO!
Cada día se mueven mas de 500.000 personas en el MRT, pero no significa que impliquen aglomeraciones, o la desesperación y estrés usual de las ciudades grandes.
Después de esto sentí ganas degustar algo dulce, entonces conseguí un pequeño paquete de chocolates australianos en uno de los puestos “7eleven” de la estación. Ya en la calle saco la envoltura brillante del chocolate, la hago bolita, y la tiro a la calle. Detrás mio un joven de unos 20 años se agacha, recoge mi basurita, y se la mete al bolsillo; luego sin decir nada se aleja, y me imagino que en busca de un basurero. QUE VERGÜENZA LA MIA! Con esa lección de urbanismo, no me quedo ganas nunca más de volver a botar nada en el suelo.
Esto también me puso a pensar que la decadencia o el progreso de los pueblos no esta en su gobierno… si no en sus habitantes.
7 comentarios:
Querido:
En este momento te linkeo. Tu blog es una verdadera joyita.
Un abrazo fuerte, como siempre.
Mi hermano!
Gracias por tu motivación... me compromete a seguir en esta caminata bloguera!
ahunque describe a bolivia como una mier.. alado de singapur se que tiene razon en casi todo .paresiera que usted encontro su paraiso y se esta olvidando de los que aca quedamos. ojala su esperiencia y sirva para mejorar su tierra y no solo sea una linda experiencia pero digame usted que podria hacer bolivia? si aca estamos mas preocupados por saver quien dara el primer golpe y usted me habla de su paraiso jajaj es aca que hay que saber vivir y no en otro lado.
Estimado anónimo...
No se trata de denigrar a mi tierra... No se olvide que este blog se llama "Bolivianadas", se trata de mostrar otras realidades, a fin de que cada persona que comparta estas lineas se forme una opinión, orientada a fines altruistas, de progreso.
Sus palabras me hicieron reflexionar, de que quiza estoy saboreando la hamburguesa al lado del hambriento... y esa no es mi intensión, si nó la de que el hambriento sepa que puede cocinarse una mejor en su casa, solo cambiando algunas cosas... posibles.
... en el siguiente post, voy a publicar una reflexión que me llegó de un amigo, respondiendo su pregunta sobre: Que podría hacer Bolivia?... Por favor sirvase leerlo y comentarlo.
Gracias por sus palabras.
Querido amigo
Tus historias parecen muy fantasiosas pero tienen mucho de verdad comparada con nuestra realidad. Como quisiera poder disponer de un basurero en mi ciudad para poder echar la basura, claro que por el otro lado si no botamos basura al piso, los trabajadores municipales no tendrian pega y ahi?? como quedamos?
La solucion es muy simple...!!!
vamonos a vivir a otro pais..!!!
Querido lucifer,
(Disculpa que no ponga mayuscula en tu nombre por que no puedo escribir lucifer con mayúscula)
primero que nada, gracias por tus comentarios...
Con esa logica, Enfermémonos todos para que haya mas pegas en los hopitales... cometamos crímenes para que haya mas pega en la policía... ensuciemos para que haya mas pega en la municipalidad?
... No lo creo, debemos hacer lo correcto.
Vivir en otro país es bueno, si es que no abandonas el tuyo. Se trata de mejorar.... no crees?
Si no hay basurero en tu calle... Por que no pones uno tú?
WOOO QUE LINDO ESTA PAGINA RECIEN LO ENCONTRE YSOLO DECIRLE FELICIDADES UNA GRAN LABOR Y QUE DIOS LO BENDIGA GRACIAS POR ESAS MARAVILLOSAS EXPERIENCIAS EN LA CUAL UTED MOSTRO AL MUNDOLA CALIDES DE NUESTRA HERMOSA GENTE DE BOLIVIA NUEVAMENTE FELICIDADES SINCERAMENTE ROCI DE CALIFAS USA BOLIVIANA A MORIR .
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